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Madre Bernarda: Mujer Profeta

OBSERVANDO SU VIDA PERSONAL

Maria Anna Heimgarter (más tarde Hermana M. Bernarda) nació en Fislisbach, una comunidad rural en el cantón de Aargau (Suiza) el 26 de noviembre de 1822. Creció en una familia pobre pero profundamente religiosa. Ella hizo sus estudios en el pueblo. En 1840, junto con otras dos jovenes, Maria Anna tuvo el privilegio de ser preparada como maestra para formar mas tarde a sus propias"hermanas capaces de enseñar", como estaba  en el pensamiento del Padre Theodosius Florentini, que soñaba con una reforma en el campo de la educación.

EN LOS PRIMEROS AÑOS

Ella experimentó mucha resistencia y hostilidad y un profundo movimiento en la fe cristiana en un momento de agitación en la sociedad y esto la fortalecio y le permitió alcanzar su objetivo. Su espiritualidad se afiato en la vida. De 1841 a 1844, completó su formación en las Hermanas Ursulina en Friburgo, en Breisgau, Alemania, y realizo el postulantado y noviciado con las Hermanas de la Divina Providencia en Ribeauvillé. El 16 de octubre las tres novicias hicieron su profesión religiosa. Al día siguiente de su profesión religiosa, el 17 de octubre, la Hermana M. Bernarda y sus compañeras Hermana Feliciana y Hermana Cornelia se establecieron en Menzingen. Como superiora, la Madre M. Bernarda creó una atmósfera de confianza en Dios "que dispone todas las cosas para su gloria y nuestro bien". Ella permaneció fiel a su objetivo, a  pesar de las dificultades encontradas se mostro siempre como una persona de mucha fuerza interior nosotros podriamos decir: “la fe de una mujer en pie de guerra", lista para actuar y resistir cualquier oposición para permanecer fiel a su vocación y misión.

La Madre Bernarda fue una mujer excepcional del siglo XIX en Suiza. Una mujer que vivió desde la profunda fe en Dios. Tenía una visión amplia que le permitio  mejorar la posición de las mujeres a través de la educación holística. No tenía miedo de correr el riesgo de alcanzar el objetivo. Se atrevió a comenzar una nueva forma de vida religiosa en el centro de Suiza y a vivir en pequeñas comunidades entre la gente. "Dios siempre está cerca de nosotras, incluso si no lo sentimos". ella confió en  las bendiciones de Dios y asi surgieron, de un pequeño grupo de mujeres consagradas a  una gran familia Santa Cruz extendida por el mundo.

SUS METAS E IDEALES:

La principal preocupación de la Madre M. Bernarda era una educación para todos, en medio de una situación en la que no era posible. La educación tiene el poder de empoderar y autoafirmar. Madre M. Bernarda era una mujer que no rehuyó el riesgo de alcanzar su objetivo. Era una mujer con una visión clara y un compromiso radical. Esta visión guío y acompaño hasta el final de sus días. La fuerza para buscar el bien de la Congregación en todo momento, sin importar el costo, estaba convencida  que Dios le había confiado esta mision. La vida religiosa de  Madre M. Bernarda fue solo un acto de fe.   Ella "corrió la carrera" y dejo su legado al mundo. Se acogio al ceno del Buen Padre del Cielo  el 13 de diciembre de 1863. 

No vio los frutos de su total dedicación. Nosotras experimentamos los frutos de su trabajo ... Ninguna sabe lo que le depara el futuro, pero con gran fe podremos enfrentar las realidades de la vida. Hay un inmenso potencial en todas nosotras y esto nos da la fuerza para continuar con coraje y gran convicción y decir, realmente vale la pena vivir esta vida. En la vida, hemos elegido como prioridad el seguimiento de Cristo, en El concentramos todas nuestras fuerzas todos nuestros talentos. Hoy tendemos a pensar a nivel global, pero como Hermanas de la Santa Cruz debemos saber cómo actuar también a nivel local, de una manera muy concreta, para que los efectos se experimenten a nivel global.

Hermana M. Bernarda:
Eligio la cruz - Ella oró la cruz - Triunfó en la cruz